La crisis sanitaria provocada por el COVID-19 ha puesto de manifiesto una serie de carencias y deficiencias preexistentes en las residencias de personas mayores.
Estas insuficiencias han salido a la luz con más intensidad a raíz de la crisis sanitaria anteriormente citada y han puesto de manifiesto la fragilidad de estos centros en materia de: gobernanza, presupuestos económicos y financiación, precariedad laboral, inadecuadas figuras profesionales, reemplazo de determinadas figuras profesionales por otras, limitada formación del personal, falta de coordinación en atención sanitaria, carencias en los protocolos de actuación en caso de emergencias sanitarias, así como inadecuados espacios y material de equipamiento para la atención de personas en situación de dependencia.
Todos estos factores anteriormente descritos componen el contexto residencial para personas mayores en España y, teniendo en cuenta la falta de estudios realizados en esta materia, se cree necesario estudiar esta realidad social, y cómo algunos de estos factores pueden estar influyendo en la calidad de la atención a las personas mayores.
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