El envejecimiento activo es un proceso que la persona mayor puede llevar a cabo, diseñado específicamente para optimizar su estado físico y mental con el objetivo de mejorar su calidad de vida.
La estimulación cognitiva consiste en la aplicación de un conjunto de acciones que tienen como objetivo mantener o incluso mejorar el buen funcionamiento cognitivo a través de determinados ejercicios.
El retrasar el deterioro de las capacidades y habilidades promueve eficazmente un envejecimiento activo. En este sentido, la estimulación cognitiva mediante actividades y ejercicios promoverá la salud mental y la independencia emocional y física de la persona mayor.
Ayudará también a personas que tengan alguna enfermedad neurodegenerativa, sin importar en qué etapa de la adultez se encuentre, a prevenir o a ralentizar el proceso para llevar adelante una mejor calidad de vida.
El deterioro cognitivo se hace presente a través de los siguientes síntomas:
- Pérdida de memoria a corto y largo plazo.
- Alteración en la capacidad de razonar.
- Afasia o pérdida de vocabulario.
- Apraxia o falta de coordinación en los músculos implicados en la fonación.
- Pérdida de la capacidad espacial.
- Cambios en el carácter, que muchas veces son repentinos.
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