La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destacado en la ultima década la importancia de promover un envejecimiento en condiciones de salud, en calidad de vida y favoreciendo la participación en la vida social y comunitaria. Para ello, la OMS defiende la incorporación de los principios del envejecimiento saludable y activo como paradigma de actuación en las políticas sociales y de bienestar dirigidas a las personas mayores.

Es importante destacar que los tres pilares del envejecimiento activo son la participación, la promoción de la salud y la seguridad durante esta etapa del ciclo vital.

Preservar la autonomía en las Actividades de la Vida Diaria, participar de forma activa en el entorno comunitario y promover la dignidad de las personas mayores son objetivos a alcanzar a y través del envejecimiento activo. Ahora bien, es importante promoverlo de acuerdo a los intereses, preferencias y necesidades individuales, siguiendo un proceso dinámico dirigido al logro de una vida social, activa y productiva.

El ocio es una de las ocupaciones fundamentales de la vida diaria. Esta actividad se relaciona con la relegalización de aquello que uno desea o encuentra gratificante durante su tiempo libre.

La terapia ocupacional favorece un envejecimiento activo, autónomo y participativo, en el cual las ocupaciones significativas adquieren un gran protagonismo.