El envejecimiento se entiende como un proceso en el que se producen cambios a nivel multisistémico, los cuales se ven representados en cada uno de los sistemas corporales.

Gracias a la actividad física se obtienen beneficios evitando que el proceso de envejecimiento deteriore la condición funcional del adulto mayor mejorando su calidad de vida y evitando su aislamiento social.

Entre los principales beneficios que científicamente se han evidenciado que la actividad física provoca son el control del peso corporal, la disminución de la grasa corporal, aumento de la fuerza muscular, aumento de la masa muscular, ventilación pulmonar, etc.

Además, es importante destacar que también produce una mejora el autoconcepto, autoestima, disminuye el consumo de fármacos y mejora las funciones cognitivas.

Por tanto, teniendo en cuenta los beneficios que conlleva la actividad física en las personas mayores, este conduce a evitar que las funciones generales del individuo se deterioren. Por ello, es necesario plantear un programa de actividad física que dirigido a la población mayor sin perder de vista sus capacidades, intereses y motivaciones.